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Los prefijos son elementos afijos, carentes de autonomía, que se anteponen a una base léxica (una palabra o, a veces, una expresión pluriverbal) a la que aportan diversos valores semánticos.

La norma general es clara y simple: la única manera de escribirlos correctamente y con propiedad es soldarlos, pegarlos, juntarlos, unirlos completamente a la palabra que modifican, sin guion y sin espacio intermedio: justamente como se hace con los sufijos y demás elementos compositivos, y forman palabras nuevas (codirector, posapocalíptico, exmilitar, comecocos, sacacorchos). Hay muy pocas excepciones o casos especiales, y aquí expongo las dos que pueden darse más frecuentemente:

Primera excepción

Cuando el prefijo modifica a una palabra que empieza normativamente por mayúscula o a un número escrito en cifras, se enlaza mediante un guion: anti-Zapatero, sub-16. Es lógico, pues el propio sistema ortográfico de la lengua española no acepta tener palabras con mayúsculas o cifras intercaladas.

Segunda excepción

Cuando los prefijos (especialmente anti-, pro- y ex-) modifican expresiones complejas, compuestas por más de un elemento, el prefijo se escribe excepcionalmente separado: vice primer ministro; en estos casos, tampoco debe usarse guion.

A continuación expongo una lista de los prefijos más frecuentes, con sus significados y algunos ejemplos:

a- (‘privación o negación’): amoral, anormal, apolítico, atípico, anaeróbico. ante- (‘anterioridad en el espacio o en el tiempo’): antebrazo, anteponer, antepenúltimo, anteayer, anteproyecto.

anti- (‘opuesto’, ‘contrario’, ‘que combate o evita’): anticristo, antipapa, antiabortista, antifascista, anticonstitucional, antimonopolio, anticongelante, anticorrupción, antimafia, antiniebla, antirrobo, antivirus.

archi- (‘superioridad o preeminencia’, ‘sumamente’): archiduque, archidiócesis, archiconocido, archimillonario.

auto- (‘de o por uno mismo’): autopromoción, autorretrato, autocensura, autolesionarse.

co- (‘conjuntamente con otros’): coguionista, coexistir, copresentar, coproducción, copropietario.

contra- (‘posición opuesta o enfrentada’, ‘opuesto o contrario’, ‘reacción en contra’): contraportada, contraorden, contraveneno, contratacar, contraespionaje.

cuasi- (‘casi, no totalmente’): cuasidelito, cuasicerteza, cuasiunanimidad, cuasiautomático, cuasipolicial, cuasiperfecto.

de(s)- (‘negación o carencia’, ‘cesación o acción contraria’): desamor, desempleo, descortés, desobedecer, descoser, de(s)codificar.

dis- (‘negación o contrariedad’): disconforme, discapacitado, disgusto. entre- (‘en medio o en posición intermedia’, ‘a medias’, ‘entre sí’): entreplanta, entrecerrar, entrechocar, entremezclar(se).

ex- (‘que fue y ya no es’): excombatiente, exjugador, exnovio, exrepresentante, exsecretario.

extra- (‘fuera de’, ‘en grado sumo’): extrauterino, extrarradio, extraterrestre, extramuros, extraordinario, extrafino, extrasuave.

hiper- (‘superioridad o exceso’): hipertensión, hiperrealismo, hiperactivo, hiperventilar.

hipo- (‘inferioridad o escasez’): hipocalórico, hipotenso.

in- (‘privación o negación’): inacción, incertidumbre, incómodo, incapaz, invendible, incumplir, imposible, imbatible, irreal, ilegal.

infra- (‘debajo de o por debajo de’, ‘inferioridad o insuficiencia’): inframundo, infrasonido, infravivienda, infrahumano, infrautilizar, infravalorar.

inter- (‘en medio de o en posición intermedia’, ‘reciprocidad, relación mutua o ámbito común’): interdental, intercambiar, interconectar, interministerial, internacional, interclub(e)s.

intra- (‘dentro o en el interior de’): intramuscular, intravenoso, intramuros.

macro- (‘grande o muy grande’): macroeconomía, macroencuesta, macroconcierto.

maxi- (‘grande o muy grande’): maxifalda, maxipantalla, maxiproceso.

mega- (‘muy grande’): megaempresa, megaestrella, megatienda.

micro- (‘muy pequeño’): microbús, microchip, micropene.

mini- (‘pequeño’): minibar, minifalda, minigolf, miniserie.

neo- (‘nuevo o reciente’): neocatólico, neoclásico, neolector, neoliberalismo, neonazi.

para- (‘similar o paralelo, pero al margen’): paraestatal, paramilitar, paranormal.

pos(t)- (‘posterioridad en el tiempo o, menos frecuentemente, en el espacio’): posguerra, posmoderno, posoperatorio, posparto, posponer, postsoviético.

pre- (‘anterioridad en el espacio o en el tiempo’): premolar, prepalatal, prebélico, precampaña, precontrato, prejubilar(se), prematrimonial, premamá, Prepirineo.

pro- (‘por o en vez de’, ‘a o en favor de’, ‘hacia delante’): procónsul, proaborto, proamnistía, probiótico, progubernamental, pronuclear, prorruso, provida, proactivo.

(p)seudo- (‘falso’): (p)seudoproblema, (s)seudoprofeta, (p)seudocientífico.

re- (‘detrás de’, ‘hacia atrás’, ‘acción repetida’, ‘intensificación’): recámara, refluir, recolocar, rehaer, requemar, recalentamiento, relisto.

retro- (‘hacia atrás’): retropropulsión, retrovisor, retroactivo, retroalimentar(se).

semi- (‘medio’, ‘a medias o no del todo’): semicírculo, semitono, semidiós, semidesnudo, semirrígido, semisótano.

sobre- (‘encima de o por encima de’, ‘en grado sumo o en exceso’): sobrepuesto, sobrevolar, sobrecargar, sobrexcitar(se), sobrealimentado.

sub- (‘debajo de o por debajo de’, ‘insuficientemente’): subsistema, subsuelo, subbloque, subtropical, subarrendar, subdirector, subdesarrollo, subalimentado.

super- (‘encima de o por encima de’, ‘superioridad o excelencia’, ‘en grado sumo o en exceso’): superíndice, superponer, superintendente, superhombre, superordenador, superpotencia, superpoderes, superatractivo, superrápido, superbién, superfino, superdotado, superpobalción.

supra- (‘encima de o por encima de’): suprarrenal, supranacional.

tele- (‘a distancia’): telebanco, telecomunicación, teledirigir, telemando.

tra(n)s- (‘detrás de’, ‘al otro lado de’ o ‘a través de’): trastienda, tra(n)sandino, tra(n)siberiano, tran(s)nacional.

ultra- (‘más allá de’, ‘extremadamente’): ultratumba, ultramar, ultrasonido, ultracorrección, ultraconservador, ultraligero, ultrasensible, ultracongelar.

vice- (‘en vez de o que hace las veces de’): vicedirector, vicerrector, vicepresidente.

En prácticamente todos los demás casos, los prefijos se escriben totalmente soldados e integrados a las palabras a las que modifican, sin ningún signo entre ellos, ni espacio.

Hay prefijos especiales o peculiares —o incluso otros vocablos que lamentablemente suelen confundirse con prefijos y heredan sus errores frecuentes—, que requieren, por consiguiente, un poco más de atención y cuidado para evitar errores:

pos(t)-
Este prefijo, que significa ‘detrás de’ o ‘después de’, tiene la peculiaridad de acabar en dos consonantes seguidas, por lo que en español, como es bastante razonable, suele simplificarse en pos-. Esto no siempre es así, ya que al soldarlo a palabras que empiezan por s- se mantiene la -t para evitar juntar dos eses (postsindicalista); si la palabra empieza por t-, evidentemente se emplea la forma simplificada (postraumático), al igual que en todos los demás casos. Otra curiosidad de este prefijo es que cuando se une a una palabra que comienza por r-, no debe duplicarse esta letra para mantener el sonido /rr/ (posromántico), como ocurre con el resto de prefijos acabados en consonante.

ex-
Hasta 2010, la Real Academia Española consideraba este prefijo como uno especial, con valor preposicional, que debía escribirse separado mediante un espacio de la palabra a la que se unía, pero a partir de 2011, con la nueva edición de la Ortografía de la lengua española, se escribe ya totalmente soldado, y por supuesto y como siempre, sin guion, como el resto de prefijos, sufijos y elementos compositivos. Otra consideración para este prefijo es que no se recomienda su empleo antepuesto a sustantivos o adjetivos referidos a cosas; en ese caso es preferible el uso de adjetivos como antiguo, anterior, o de adverbios como anteriormente.

no
Este vocablo no es prefijo, sino adverbio de negación, el de toda la vida; aunque en ciertos casos tiene un valor parecido al de un prefijo, por lo puede crear confusión si no se conocen las normas y convenciones lingüísticas o no se comprenden verdaderamente las palabras, y aumenta la probabilidad de error. Del DPD: Se antepone a sustantivos o adjetivos abstractos, denotando inexistencia de lo designado por ellos (no fumador, no muerto); naturalmente, se escribe separado y sin guion intermedio.

super-
Del DPD: Elemento compositivo prefijo que denota ‘lugar situado por encima’: superciliar, superponer; ‘superioridad o excelencia’: superpotencia, superhombre; o ‘exceso’: superpoblación, superproducción. En el español coloquial actual se usa con mucha frecuencia para añadir valor superlativo a los adjetivos o adverbios a los que se une: superútil, superreservado, superbién. Como el resto de los elementos compositivos prefijos, super- es átono y debe escribirse sin tilde y unido sin guion a la palabra base. No se considera correcta su escritura como elemento autónomo: «Se portan súper bien» (Tiempo [Col.] 11.2.97). No debe confundirse con el adjetivo y el sustantivo súper, que sí son palabras independientes.

pro-
Significa ‘a/en favor o en beneficio de’. Hasta finales de 2010, la norma académica consideraba que era preposición, y por consiguiente debía escribirse siempre separada del resto de palabras —y evidentemente sin guion— ; pero con la nueva revisión de la Ortografía de la lengua española por fin se admite y se reconoce que es prefijo, y por consiguiente debe escribirse, como norma general, unido, fusionado, pegado a la palabra que modifica, sin guion ni espacio.

Con el resto de prefijos no debería haber ningún problema, pues son normales. Lo único que hay que tener en cuenta es que si se anteponen a palabras que comienzan por r-, esta letra se duplica para mantener el sonido /rr/ (prerrománico, antirrevolucionario); y que si coincide la misma vocal, puede y suele reducirse a una sola (sobreescribir, sobrescribir; antiimperialista, antimperialista; contraataque, contrataque) excepto cuando tal simplificación comprometa la correcta y adecuada comprensión del vocablo por existir formas semejantes en apariencia o, evidentemente, cuando la palabra base comience por h y por consiguiente se intercale entre ambas vocales.

Aparte de los prefijos, hay más tipos de elementos compositivos (por ejemplo: limpia-, come-, tira- y un largo etcétera), que a veces tampoco se escriben correctamente a pesar de la sencillez de la norma general. No es lo mismo come cocos (3.ª persona del singular, presente de indicativo) o come cocos (imperativo) que comecocos (sustantivo)... Estas palabras compuestas, como puede comprenderse, no deben escribirse jamás con guion ni espacio intermedio.

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