La gente de Claudia fue un grupo de cazadores recolectores que naufragó en la Isla durante tiempos antiguos, aproximadamente hace 2.000 años atrás. Al tiempo de que se estrelló la embarcación, Claudia se separó del resto del grupo, y llegó hacia las cuevas, donde vivía Madre, y luego de que que fuera alimentada y curada de sus heridas, dio a luz a dos mellizos, uno llamado Jacob y el otro sin identificar. Inmediatamente luego de que nacieran los dos, Madre tomó una roca y la golpeó en la cabeza matándola instantáneamente. Trece años luego, la pequeña aldea le fue mostrada al Niño de Negro por una visión de Claudia, quien le reveló que ella fue su madre biológica y que ese grupo de personas era su gente. Luego, él decidió a partir de ese momento vivir junto con esas personas y le propuso a su hermano Jacob a que se una a ellos, pero se negó a hacerlo. El Hombre de Negro vivió en aquella aldea durante aproximadamente treinta años, hasta que el poblado fue reducida a cenizas, aparentemente por Madre.
Ellos parecen ser un grupo de romanos que se quedaron atrapados en la Isla desde su naufragio. Esto se confirma por su habla latina, la era en que tiene lugar, y porque le dieron una daga antigua al Hombre de Negro perteneciente a las legiones romanas.